Hoy os comparto este fantástico artículo muy importante a tener en cuenta de cara a los niños que terminan Educación Infantil.
¿Qué debe saber un niño cuando llega a Primaria?
La presión de padres y profesores para que el niño adquiera en Infantil competencias para las que no está preparado puede dañar su autoestima y provocar fracaso escolar.
M. ÁNGELES GONZÁLEZMálaga
El paso de Educación Infantil a Primaria supone un cambio
importante para los niños y trae de cabeza a muchos padres. Las dudas e
inseguridades acerca de los conocimientos que debe haber adquirido el
pequeño para llegar preparado a la nueva etapa provoca intranquilidad y
angustia en numerosos progenitores. No es raro que haya quien piense que
su hijo está condenado al fracaso escolar por no dominar la
lectoescritura, la suma o la resta. Entonces llegan las preguntas a los
maestros en las tutorías, donde les transmiten sus inquietudes muchas
veces después de haberlas comentados con otros progenitores del mismo u
otro colegio que presumen de que sus niños ya son capaces de escribir y
leer perfectamente.
Y aunque la 'seño' repita que cada
estudiante lleva su propio ritmo y que nunca hay que hacer
comparaciones, muchas veces sigue quedando esa sensación de inseguridad.
En el peor de los casos se traslada al menor en forma de presiones que
pueden ser contraproducentes y provocarle una bajada de la autoestima si
el alumno no está todavía preparado para adquirir las competencias que
se le exigen. Así lo advierten varios expertos consultados por SUR, que
coinciden en que en la etapa de Infantil debe perseguirse que el niño
esté preparado cognitivamente para desarrollar en el futuro otros
aprendizajes como el de la lectoescritura. Esto quiere decir que no
tiene por qué saber leer y escribir al llegar a Primaria, aunque puede
hacerlo si el niño está preparado para ello y él mismo lo reclama,
mostrando abiertamente su interés hacia los libros o lo que pone en
carteles que ve por la calle, por ejemplo.
Como
explica el catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la
Universidad de Málaga (UMA) José Ignacio Rivas, la preocupación de
algunos padres puede resultar lógica porque el sistema educativo español
y la propia sociedad exigen a los niños determinados conocimientos en
etapas en las que no están en disposición de adquirirlos,
fundamentalmente en lectoescritura. Y ello a pesar de que la
escolarización en Infantil no es obligatoria y de que el currículo
aprobado por la Consejería de Educación establece que en el segundo
ciclo de esta etapa (de 3 a 5 años) sólo se realizará un «acercamiento» a
esta y otras materias. «Se propiciará el acercamiento de los niños y
niñas a la lengua escrita como instrumento para expresar, comprender e
interpretar la realidad a través de situaciones funcionales de lectura y
escritura», reza en la orden de 5 de agosto de 2008.
También se dice que «la resolución de problemas cotidianos
será la fuente para generar habilidades y conocimientos lógicos y
matemáticos». Por último, se estipula que se fomentará «la expresión
visual y musical» y en el último año, especialmente, «se contemplará la
iniciación de las niñas y los niños en una lengua extranjera y en la
utilización de las tecnologías de la información y comunicación».
Esto,
sin embargo, en líneas generales choca con la realidad que se vive en
los centros escolares, según Rivas, que advierte de que el hecho de que
la educación se oriente para preparar al niño para el nivel siguiente
«olvidándose de la esencia del actual» provoca esas presiones «que
abonan el terreno para la segregación» cuando llegan a Primaria al poder
existir diferencias notables entre los alumnos de un mismo grupo. «Hay
niños que se quedan atrás y ahí puede empezar el fracaso escolar»,
alerta.
Diferencias de edad
Este
experto recuerda que la lectoescritura “requiere de estrategias y
elementos de tipo cognitivo para los que no todos los niños tiene la
madurez suficiente», explica. En este sentido, la directora del centro
educativo terapéutico Educar-T y maestra en pedagogía terapéutica,
Patricia Montero, añade que además hay que tener en cuenta la edad
biológica: «En una misma clase puede haber niños con casi un año de
diferencia».
«Obligar a que un niño empiece con la
lectoescritura antes de tiempo puede provocarle rechazo e influir
negativamente en la autoestima del niño», afirma José Ignacio Rivas, que
apunta que en el envidiado sistema educativo finlandés «empiezan con la
lectoescritura a los siete años». En España, según el currículo
establecido por la administración educativa, deben tener adquiridas
estas competencias de forma completa así como dominar las operaciones de
cálculo básicas al terminar segundo de Primaria. «En Infantil lo que
pueden hacer son actividades de precálculo y jugar con números», dice.
Según este catedrático, para tranquilidad de los padres «la
lectoescritura es muy sencilla y cuando un niño tiene capacidad para
aprenderla y está estimulado lo hace en poco tiempo». Lo correcto es que
al llegar a Primaria el profesor «se adapte al nivel y madurez de cada
uno de los alumnos». En la etapa anterior, entre los tres y los seis
años, lo que hay que conseguir es que el pequeño tenga una actitud
positiva ante la escuela y la educación, «vivir experiencias que le
permitan estar bien y tener confianza». En definitiva, «que le guste el
colegio y adquiera unas competencias muy básicas, no tiene que saber
nada en concreto»
Coincide con esta tesis
Patricia Montero, que defiende que el objetivo de Infantil es preparar
cognitivamente a los pequeños para el aprendizaje de la lectura y
escritura en Primaria. Sin embargo, en los últimos tiempos en líneas
generales ha aumentado el nivel de exigencia de los profesores debido
fundamentalmente, según esta experta, «al material elaborado por las
editoriales, que condicionan el aprendizaje de forma prematura». «Van
metiendo desde más temprano libros y material que los niños no
necesitan, introduciendo libros de texto desde las guarderías, cuando
ahí lo que hay que trabajar es la psicomotricidad y la estimulación»,
argumenta.
Según ella, la competencia de la
lectoescritura debe adquirirse en Primaria. «En el primer curso la
lectura es automatizada y literal, y en segundo comprensiva», explica.
El
hecho de forzar a un niño a aprender algo para lo que no está preparado
puede ocasionarle pérdida de autoestima, «problemas de conducta y en
las habilidades sociales y que no quiera ir al colegio». «Los padres
quieren lo mejor para nuestros hijos y que sobresalgan sobre los demás y
piensan que si saben leer y escribir antes son más inteligentes, pero
no tiene por qué ser así», afirma.
Qué hacer este verano
Su
recomendación para el verano es que el niño adquiera una rutina de
realizar actividades durante unos 15 minutos al día, centrándose en la
psicomotricidad fina con juegos con plastilina, por ejemplo, que le
servirá a la hora de escribir, y en afianzar conceptos básicos de
preescritura como la lateralidad. También es recomendable que aprenda a
coger bien el lápiz, coloree dibujos sin salirse y repase los colores y
las formas, las letras y los números. «Hay que dejarle disfrutar del
verano y que descanse, que ya tendrá tiempo de trabajar cuando empiece
el curso», señala.
Por su parte, Rivas aconseja a las
familias «que se relajen» y no vivan el paso a Primaria «como una losa».
«Sólo tienen que preocuparse de que su hijo sea más feliz, porque si
está contento y relajado va a sacar buenas notas; hay que mirar el
aprendizaje a largo plazo», afirma.
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