Esta entrada me parece de vital importancia para la Educación Infantil, especialmente en el punto en que nos encontramos, a punto de comenzar el curso de 5 años.
Os comparto todo lo que he encontrado al respecto.
Antes de
introducir a los niños/as en la lecto-escritura es necesario asegurarse de que han desarrollado
determinadas habilidades necesarias, las
cuales nombraremos y explicaremos a continuación:
- Percepción: el niño toma contacto con el mundo
exterior, comprendiendo sus fenómenos por medio de los órganos de los sentidos.
- Esquema corporal: es el conocimiento que los niños
deben de tener sobre su esquema corporal (partes del cuerpo, movimientos,
posturas y actitudes). Cuando no poseen esta habilidad tienen graves problemas
para orientarse espacial y temporalmente. Por ejemplo: escriben fuera de la
línea o de la hoja.
- Orientación espacial y temporal: la noción temporal le permite al
niño organizar su propio tiempo y percibir el tiempo vivido para poder dominar
los conceptos de: hoy, mañana, días de la semana, etc. La noción temporal
ocurre cuando el niño establece una relación entre su cuerpo y el medio. Ambas
nociones son indispensables para no presentar problemas en su aprendizaje.
- Lateralidad: hace referencia a la preferencia
espontánea en el uso de los órganos situados al lado derecho o izquierdo del
cuerpo, como los brazos, las piernas, por ejemplo. Esto es muy importante para
desarrollar diferentes actividades, incluyendo la lectura.
- Coordinación viso-motora: es la integración entre los
movimientos del cuerpo (globales y específicos) y la visión. Aquellos niños que
no logren coordinar el movimiento de los ojos con el de las manos, tendrán
problemas en las actividades que tienen que ver con la coordinación viso-motora,
ojo – mano.
- Ritmo: se define como la precepción que
tiene el niño con respecto a los sonidos en el tiempo. La falta de esta
habilidad puede causar una lectura lenta, silábica, con puntuación y entonación
inadecuadas.
- Análisis y síntesis visual y
auditiva: es la capacidad de ver el todo y
dividirlo en partes para después juntarlas y volver al todo. En el proceso de
escritura, es necesario que la lectura venga antes, o sea, la palabra debe ser
escuchada, visualizada y después recién escrita.
- Habilidades visuales: son la discriminación entre
semejanzas y diferencias, formas y tamaños, la percepción de figura – fondo y
la memoria visual. El no manejo de las mismas puede ocasionar lectura silábica,
lenta, inversiones, omisiones y adiciones de letras, sílabas o palabras.
- Habilidades auditivas: Hace posible establecer la relación
entre símbolo gráfico y el sonido correspondiente. Las letras cuyos sonidos son
parecidos, deben ser estimuladas a través de la discriminación de los sonidos.
- Memoria Cinestésica: Es la capacidad de retener los
movimientos motores necesarios para la realización gráfica.
- Lenguaje oral: Constituye un pre-requisito básico para la
alfabetización (lectura y escritura). Ésta solo debe ser iniciada luego de que
el niño es capaz de pronunciar correctamente todos los sonidos de la lengua.
Todos estos
requisitos son fundamentales conjuntamente con el desarrollo físico – emocional
e intelectual para la adquisición de la lectura y escritura. (Pamela Ferreira)
El aprendizaje de la lectura y la
escritura es uno de los procesos más complejos y cruciales en la vida de
una persona; saber leer y escribir se consideran requisitos fundamentales para
desarrollarse de forma satisfactoria en cualquier sociedad moderna
desarrollada. De forma general, en el ámbito educativo se aboga por la
enseñanza de nuevos conocimientos partiendo, en la medida de lo posible, de los
aprendizajes que el alumnado ya posee, es decir, incorporando la experiencia
previa del niño. En el caso del aprendizaje de ambos proceso,s numerosas investigaciones
de los últimos años han demostrado que son necesarios una serie de prerrequisitos, conocimientos previos,
que mejorarán su adquisición y posterior
desarrollo.
Detallar y definir cuáles son estos prerrequisitos es una tarea
compleja, ya que en la literatura sobre el tema hay una gran variedad de
opiniones al respecto, sin embargo, en nuestro caso, nos decantamos por la
selección de cuatro factores que a través de un trabajo continuado y eficaz
pueden mejorar, además, el resto de aprendizajes de la etapa educativa. De
estos cuatro factores abogamos por una especial atención en el desarrollo y el trabajo continuado de las
habilidades orales de la lengua (hablar, escuchar e interaccionar) y de la conciencia fonológica como
fundamentales durante los primeros aprendizajes del niño.
Hoy en día existe, siguiendo a numerosos especialistas, una presión social para adelantar los
aprendizajes formales, más aún, el de la lectura y la escritura en la Educación
Infantil. Un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad de Cambridge
dirigido por el profesor Robin Alexander, ha evidenciado que cuatro y cinco
años es muy temprano para empezar a recibir una educación formal, estructurada
en materias, ya que a esta edad el alumnado reclama una enseñanza que le ayude
a construir sus destrezas sociales, su lenguaje y su confianza a través de
juegos y actividades planificadas para tales objetivos. Sin embargo, estos
aprendizajes tan importantes pasan a un segundo plano, ya que prima la
adquisición de la lectura y la escritura, y los números, por lo que muchos
docentes se ven obligados a dedicar su práctica educativa únicamente a estos
procesos, pues se encuentran presionados por la necesidad de elevar el nivel
educativo, según detalla el informe.
Los sistemas educativos de los diferentes países difieren notablemente
en sus planteamientos y, lógicamente, en su puesta en práctica, pero
consideramos que antes del inicio formal
de la lectura y la escritura, independientemente del sistema educativo
vigente, se han de trabajar dichos
prerrequisitos cuya finalidad principal es proporcionar información acerca
de la secuencia posterior del desarrollo de la lectura y la escritura; con
ello, se podrán identificar a los estudiantes que presentan retrasos o déficits
en este desarrollo y que, por ende, necesitarán de una intervención temprana
que prevenga de futuras dificultades en el proceso.
M.ª Pilar Núñez Delgado Y María Santamarina Sancho. Universidad de
Granada LENGUA Y HABLA N° 18. ENERO-DICIEMBRE, 2014
Además, os comparto este enlace de Poetisainsomne donde explica muy bien también el tema:
Requisitos previos para la lecto-escritura
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