28 de agosto de 2018

Pre-requisitos para la Lecto-escritura

Esta entrada me parece de vital importancia para la Educación Infantil, especialmente en el punto en que nos encontramos, a punto de comenzar el curso de 5 años.
Os comparto todo lo que he encontrado al respecto.

Antes de introducir a los niños/as en la lecto-escritura es necesario asegurarse de que han desarrollado determinadas habilidades necesarias, las cuales nombraremos y explicaremos a continuación:
- Percepción: el niño toma contacto con el mundo exterior, comprendiendo sus fenómenos por medio de los órganos de los sentidos.

-  Esquema corporal: es el conocimiento que los niños deben de tener sobre su esquema corporal (partes del cuerpo, movimientos, posturas y actitudes). Cuando no poseen esta habilidad tienen graves problemas para orientarse espacial y temporalmente. Por ejemplo: escriben fuera de la línea o de la hoja.
 


- Orientación espacial y temporal: la noción temporal le permite al niño organizar su propio tiempo y percibir el tiempo vivido para poder dominar los conceptos de: hoy, mañana, días de la semana, etc. La noción temporal ocurre cuando el niño establece una relación entre su cuerpo y el medio. Ambas nociones son indispensables para no presentar problemas en su aprendizaje.
  
-  Lateralidad: hace referencia a la preferencia espontánea en el uso de los órganos situados al lado derecho o izquierdo del cuerpo, como los brazos, las piernas, por ejemplo. Esto es muy importante para desarrollar diferentes actividades, incluyendo la lectura.
  
-  Coordinación viso-motora: es la integración entre los movimientos del cuerpo (globales y específicos) y la visión. Aquellos niños que no logren coordinar el movimiento de los ojos con el de las manos, tendrán problemas en las actividades que tienen que ver con la coordinación viso-motora, ojo – mano.
  
-  Ritmo: se define como la precepción que tiene el niño con respecto a los sonidos en el tiempo. La falta de esta habilidad puede causar una lectura lenta, silábica, con puntuación y entonación inadecuadas.
  
-  Análisis y síntesis visual y auditiva: es la capacidad de ver el todo y dividirlo en partes para después juntarlas y volver al todo. En el proceso de escritura, es necesario que la lectura venga antes, o sea, la palabra debe ser escuchada, visualizada y después recién escrita.
  
-  Habilidades visuales: son la discriminación entre semejanzas y diferencias, formas y tamaños, la percepción de figura – fondo y la memoria visual. El no manejo de las mismas puede ocasionar lectura silábica, lenta, inversiones, omisiones y adiciones de letras, sílabas o palabras.
 
-  Habilidades auditivas: Hace posible establecer la relación entre símbolo gráfico y el sonido correspondiente. Las letras cuyos sonidos son parecidos, deben ser estimuladas a través de la discriminación de los sonidos.
  
-  Memoria Cinestésica: Es la capacidad de retener los movimientos motores necesarios para la realización gráfica.
  
-  Lenguaje oral: Constituye un pre-requisito básico para la alfabetización (lectura y escritura). Ésta solo debe ser iniciada luego de que el niño es capaz de pronunciar correctamente todos los sonidos de la lengua.

Todos estos requisitos son fundamentales conjuntamente con el desarrollo físico – emocional e intelectual para la adquisición de la lectura y escritura.       (Pamela Ferreira)


 
El aprendizaje de la lectura y la escritura es uno de los procesos más complejos y cruciales en la vida de una persona; saber leer y escribir se consideran requisitos fundamentales para desarrollarse de forma satisfactoria en cualquier sociedad moderna desarrollada. De forma general, en el ámbito educativo se aboga por la enseñanza de nuevos conocimientos partiendo, en la medida de lo posible, de los aprendizajes que el alumnado ya posee, es decir, incorporando la experiencia previa del niño. En el caso del aprendizaje de ambos proceso,s numerosas investigaciones de los últimos años han demostrado que son necesarios una serie de prerrequisitos, conocimientos previos, que mejorarán su adquisición y  posterior desarrollo.

Detallar y definir cuáles son estos prerrequisitos es una tarea compleja, ya que en la literatura sobre el tema hay una gran variedad de opiniones al respecto, sin embargo, en nuestro caso, nos decantamos por la selección de cuatro factores que a través de un trabajo continuado y eficaz pueden mejorar, además, el resto de aprendizajes de la etapa educativa. De estos cuatro factores abogamos por una especial atención en el desarrollo y el trabajo continuado de las habilidades orales de la lengua (hablar, escuchar e interaccionar) y de la conciencia fonológica como fundamentales durante los primeros aprendizajes del niño.

Hoy en día existe, siguiendo a numerosos especialistas, una presión social para adelantar los aprendizajes formales, más aún, el de la lectura y la escritura en la Educación Infantil. Un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad de Cambridge dirigido por el profesor Robin Alexander, ha evidenciado que cuatro y cinco años es muy temprano para empezar a recibir una educación formal, estructurada en materias, ya que a esta edad el alumnado reclama una enseñanza que le ayude a construir sus destrezas sociales, su lenguaje y su confianza a través de juegos y actividades planificadas para tales objetivos. Sin embargo, estos aprendizajes tan importantes pasan a un segundo plano, ya que prima la adquisición de la lectura y la escritura, y los números, por lo que muchos docentes se ven obligados a dedicar su práctica educativa únicamente a estos procesos, pues se encuentran presionados por la necesidad de elevar el nivel educativo, según detalla el informe.

Los sistemas educativos de los diferentes países difieren notablemente en sus planteamientos y, lógicamente, en su puesta en práctica, pero consideramos que antes del inicio formal de la lectura y la escritura, independientemente del sistema educativo vigente, se han de trabajar dichos prerrequisitos cuya finalidad principal es proporcionar información acerca de la secuencia posterior del desarrollo de la lectura y la escritura; con ello, se podrán identificar a los estudiantes que presentan retrasos o déficits en este desarrollo y que, por ende, necesitarán de una intervención temprana que prevenga de futuras dificultades en el proceso.

M.ª Pilar Núñez Delgado Y  María Santamarina Sancho. Universidad de Granada LENGUA Y HABLA 18. ENERO-DICIEMBRE, 2014



 Además, os comparto este enlace de Poetisainsomne donde explica muy bien también el tema:

Requisitos previos para la lecto-escritura




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